¿Qué es la halitosis y cómo combatirla?
Puedes padecerla y no darte cuenta o, a la inversa, pensar que la sufres cuando no es así. Causa un gran rechazo social y es un síntoma de mala higiene o de problemas de salud en la mayoría de los casos. Estamos hablando de la halitosis.
¿Qué es la halitosis?
La halitosis es el nombre médico de lo que se suele llamar de manera coloquial mal aliento. En general, al hablar de halitosis nos referimos al mal aliento crónico o el que se repite con mucha frecuencia, y no al debido a haber disfrutado de un plato rico con mucho ajo, por poner un ejemplo.
Posibles causas de la halitosis
El mal aliento puede tener varias causas, y conocer cuál o cuáles son las responsables de cada caso concreto resulta crucial para saber cómo combatir la halitosis.
Mala higiene bucal
En la mayoría de los casos, en concreto en dos de cada tres pacientes que nos consultan, el motivo de la halitosis se encuentra en la boca.
Una mala higiene bucal deja restos de comida que las bacterias de la boca van descomponiendo, lo que genera gases responsables del mal aliento. Olvidarnos de cepillar la lengua favorece que se forme sobre ella esa capa blanquecina que, de nuevo, no es otra cosa que placa bacteriana acumulada, es un motivo frecuente de halitosis.
Además, si producimos poca saliva como consecuencia del estrés o de la toma de ciertos medicamentos y nuestra higiene bucal no es buena, el problema de la halitosis se magnifica.
Por último, si somos muy cuidadosos con nuestra higiene de la cavidad bucal y, pese a ello, sufrimos de halitosis persistente, es hora de acudir primero a un dentista y, si este profesional no encuentra la causa de nuestra halitosis, al médico. Infecciones de encías o caries también producen problemas de halitosis que remiten una vez se ha controlado el problema. En este sentido, un mal aliento repentino que no cede por muy bien que nos limpiemos la cavidad bucal es un aviso.
Problemas respiratorios
Las infecciones del tracto respiratorio superior también pueden producir halitosis, como sucede con las infecciones de la boca. Una gripe, una amigdalitis o problemas de sinusitis pueden causar la temida halitosis.
Problemas digestivos
Enfermedades digestivas como una infección por Helicobacter pylori, puede provocar problemas de mal aliento persistentes. Generalmente, su tratamiento acaba con la halitosis.
Diabetes
Algunas enfermedades como la diabetes o las insuficiencias hepáticas o renales cursan muchas veces con problemas de halitosis —es habitual en casos de cetoacidosis—, aunque suelen generar alientos con matices olfativos que un médico sabe reconocer.
¿Cómo podemos combatirla?
Una vez somos conscientes de que sufrimos de este problema, nos asalta la duda: ¿cómo eliminar la halitosis?
Resaltábamos en el apartado anterior la importancia de conocer el origen de una halitosis para poder ponerle solución. Por suerte, la inmensa mayoría de los casos tienen buen pronóstico.
Visita al odontólogo
Dado que más de la mitad de los casos de halitosis tienen su origen en la cavidad bucal, lo primero que debemos hacer si la sufrimos es visitar a un odontólogo o a un estomatólogo. Este profesional hará una revisión general y nos indicará si la causa es o no una caries, una enfermedad periodontal o una mala higiene.
Podría ser necesaria una limpieza bucal, un empaste, una endodoncia o, incluso, una extracción, así como el uso durante un tiempo de productos destinados a restaurar la salud de las encías. Con la medida que sea la indicada se resuelve el problema si se localiza en la boca.
Visita al médico
Si el odontólogo no encuentra nada y no estamos pasando por un proceso catarral, visitaremos al médico. En muchos casos, la halitosis cuyo origen no se localiza en la cavidad bucal es debida a problemas digestivos. También puede ser el efecto secundario de ciertos medicamentos. Los casos asociados a enfermedades graves, por suerte, son los menos frecuentes.
Higiene e hidratación
Para prevenir la halitosis o para intentar que no regrese, debemos cuidar la higiene de toda la cavidad bucal y vigilar que no sufrimos de boca seca. De ser así, es bueno acostumbrarse a tomar un sorbo de agua de vez en cuando, aunque no sintamos sed, o a consumir algunos caramelos mentolados sin azúcares cuando sentimos la boca más espesa.
La halitosis es un aviso de que algo va mal, bien sea nuestro cepillado rutinario, bien sea un foco infeccioso escondido. Al solucionarse la causa, la halitosis remite. Por ejemplo, si las amigdalitis recurrentes causan el problema, la extracción de las amígdalas lo resuelve para siempre, y lo mismo se puede decir de una pieza dental infectada. Solo en unos pocos casos es señal de una enfermedad grave, por lo que una halitosis que no remite tras la visita al odontólogo requiere de una visita al médico.