Cómo tomar el sol de forma responsable.

¿Podemos vivir sin una exposición mínima al sol? La respuesta es que, si bien no moriríamos, desarrollaríamos serias enfermedades. Hay edades en las que la exposición controlada, seleccionando la mejor hora para tomar el sol y con exposiciones cortas, es tan importante que en los países nórdicos, con noches que pueden durar meses, se requieren tratamientos de fototerapia. Hablamos de la etapa de crecimiento, pero también de la senectud. Y también de personas que, por causas diversas, presentan déficits de vitamina D.

Hoy vamos a ver cómo tomar el sol para que sea un aliado de nuestra salud y no un enemigo, cuál es la exposición recomendada y cuáles son las mejores horas para tomar el sol si disfrutas de los baños solares o practicas deportes al aire libre.

Consejos para tomar el sol correctamente

En primer lugar, hay zonas que siempre deberías proteger de las radiaciones solares por estar más expuestas y ser propensas a manchas de pigmentación o a formar lesiones cancerosas. Nos referimos a la cara, el cuello, el escote si vives en zonas calurosas, y las manos. Un buen filtro solar, adaptado a las necesidades de tu piel, te va a permitir disfrutar del sol de manera segura, a condición de que lo uses de manera correcta: cantidad adecuada, renovar cada dos horas o tras cada chapuzón y aplicarlo al menos media hora antes de comenzar la exposición al sol.

Para aprovechar los beneficios del sol puedes elegir entre tomar baños solares o hacer deporte al aire libre usando una protección adecuada, o bien exponer zonas como los brazos o las piernas unos 15 minutos al día mientras realizas algún recado o das un pequeño paseo. En el caso de niños y de ancianos, la exposición solar debe hacerse de forma muy cuidadosa porque su piel tiene menos defensas naturales, y prolongarse unos 30 minutos, en las horas previas al atardecer o bien temprano, cuando los rayos solares inciden de forma oblicua.

Entre las 12 y las 16 horas no deberías exponerte al sol, salvo que sea pleno invierno. Si estás en la playa o en la montaña, protégete y recuerda que la arena refleja buena parte de la radiación que incide sobre ella. ¡No te confíes!

Por tanto, la respuesta a cuánto tiempo tomar el sol depende de si vamos a hacerlo con o sin protección solar y también de la edad. Las personas con déficits importantes de vitamina D pueden necesitar de una exposición un poco superior a la recomendada para el resto de la población de su edad mientras sigan el tratamiento con suplementos que corrijan el problema. Y es que, sin una mínima exposición al sol, no se asimila la vitamina D.

¿Cómo cuidar la piel tras tomar el sol?

Hoy en día casi todos conocemos los consejos para tomar el sol de forma segura de médicos y dermatólogos, pero los consejos para cuidar la piel tras la exposición siguen siendo cosa de revistas especializadas. ¿Por qué? Vamos a intentar informar a todo el mundo.

Ducha con un gel respetuoso con tu piel

Por muy bien que se formule un protector solar, no está pensado para dormir con sus restos sobre la piel. Tras la exposición solar, limpia tu piel con un producto suave, gel para el cuerpo y tu limpiador preferido para el rostro.

Hidratación aftersun

Mucha gente piensa que puede prescindir del uso del aftersun. Esto depende de si usamos otro producto hidratante y reparador en su lugar o no.

En general, el aftersun se formula pensando en pieles que se han expuesto al sol de forma correcta y en las de los despistados. No obstante, si tienes alergia a algunos componentes habituales en muchos de estos productos de cuidado de la piel, puedes emplear en su lugar aloe vera o lociones especiales para pieles con necesidades específicas, que incluyan más o menos los mismos principios activos calmantes que el aftersun. Pero hidrata mucho tu piel siempre tras retirar los restos de la protección solar.

Dieta rica en carotenos y omega 3

Si te encuentras de vacaciones en un destino donde el índice de radiaciones ultravioletas es muy elevado, te recomendamos tomar suplementos específicos desde un mes antes para aumentar las defensas naturales de la piel. Pero también deberías cuidar tu dieta durante y a la vuelta de esas vacaciones con alimentos ricos en vitamina A y en betacaroteno y con ácidos grasos omega 3.

Otros antioxidantes naturales como los contenidos en el té verde también ayudan a reducir un poco los daños del sol en el ADN. Zumos, ensaladas, infusiones fresquitas; encontrarás mil y una formas deliciosas de conseguir tus nutrientes protectores de la piel.

Una cura de hidratación adicional

A la vuelta de unas vacaciones al sol, aunque hayas tenido cuidado, tu piel se mostrará seca y apagada si no la sigues hidratando con esmero. Es normal, necesita renovarse y para ello tarda unas tres semanas.

La vuelta a la rutina es el momento ideal para realizar una cura de hidratación con sérums y lociones enriquecidas con ácido hialurónico los primeros y urea más glicerina las segundas.

 

Lo cierto es que no solo podemos tomar el sol de forma segura sino que no deberíamos huir de él como si fuésemos vampiros, hablando desde el punto de vista de la salud. Precaución con las horas de exposición y los tiempos y el uso de una buena protección son la clave para que el sol siga siendo nuestro amigo.

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